Los tubos de cuarzo, con el paso del tiempo se produce un efecto negativo sobre esta estructura, fenómeno llamado solarización, que no es otra cosa que la pérdida de la capacidad para transmitir la luz ultravioleta (frecuencia germicida) producida por las lámparas UV. Por esta razón se recomienda el cambio de los tubos de cuarzo cada 5 años de funcionamiento continuo